El volcán Etna, ubicado en la isla de Sicilia, en Italia, protagonizó una imponente erupción la mañana del lunes, lanzando al cielo una densa columna compuesta por ceniza, fragmentos de roca y gases.
Según el Observatorio del Etna, dependiente del servicio sismológico nacional italiano, la erupción estuvo acompañada de un “flujo piroclástico”, que probablemente se originó tras el colapso de materiales en el flanco norte del cráter sureste.
En un comunicado, la entidad explicó que, basándose en las primeras observaciones, el material incandescente no habría superado los límites del Valle del Leone. Además, indicaron que la actividad explosiva del cráter sureste ha evolucionado hacia una emisión continua de lava.
El informe también destacó que el nivel de temblores volcánicos es “muy elevado”, aunque la deformación del terreno se mantiene dentro de los parámetros esperados para este tipo de eventos. Los datos disponibles no evidencian alteraciones importantes.
Imágenes grabadas en la zona muestran a varios turistas alejándose mientras la característica nube de una erupción estromboliana emerge del volcán.


