Un grupo de transportistas rindió un emotivo homenaje a un compañero fallecido, acompañándolo en su último recorrido sobre un cabezal, tal como a él le habría gustado.
Los conductores colocaron el ataúd en la parte frontal del vehículo y emprendieron el cortejo fúnebre hacia el lugar donde serían sepultados sus restos.
La caravana avanzó por la carretera a Acajutla, mientras los cabezales hacían sonar sus bocinas en señal de respeto y despedida.
Así, los traileros brindaron un último adiós a su colega y amigo, honrando su memoria de una manera tan particular como significativa.


