Tras ejecutar las capturas correspondientes a este plan de ataque que los veteranos y otros grupos vandálicos intentaban ejecutar este 1 de junio las autoridades conjuntaron los materiales explosivos a utilizar.
Entre las evidencias encontradas resaltan: Explosivos con mecha, bolsas de sulfato de amonio para causar aún más daño al estallar y tubos de plástico que serían rellenados con sulfato de amonio y hierro.
Los actos terroristas planificados tenían objetivos predefinidos como gasolineras, supermercados e instituciones públicas.
Se identificó, además: 1 explosivo preparado en un tubo de 15 centímetros que al estallar lanzaría esquirlas metálicas similar a una granada.
Explosivos que se colocan como «racimo» para provocar múltiples detonaciones en un solo espacio.
Además de explosivos colocados como «batería» diseñados para estallar al mismo tiempo y causar mayor onda expansiva.