Kimberly Cheatle, directora del Servicio de Secreto de los Estados Unidos, renunció este martes a su puesto tras reconocer que fracasó en la seguridad del expresidente Trump.
El pasado 13 de julio, el expresidente norteamericano, Donald Trump, fue atacado por un francotirador que intentó quitarle la vida.
«Fracasamos», dijo Cheatle. «Como directora del Servicio Secreto de Estados Unidos asumo toda la responsabilidad por cualquier fallo en la seguridad», agregó este lunes ante una comisión de la Cámara de Representantes, en medio de críticas por posibles errores y peticiones de dimisión.
Cheatle señaló que el intento de asesinato el 13 de julio contra Trump, quien resultó levemente herido en la oreja, fue «la más significativa falla operativa del Servicio Secreto en décadas.