El papa Francisco se encuentra estable este martes luego de su última recaída. El pontífice, de 88 años, cambió la mascarilla de oxígeno por una cánula nasal de alto flujo, una señal alentadora tras 19 días de hospitalización.
Según fuentes vaticanas, el papa «durmió toda la noche» y continuó con su tratamiento durante la mañana. Aunque su estado es estable, su cuadro clínico sigue siendo complejo y su pronóstico permanece reservado.
El papa Francisco, líder de 1, 400 millones de católicos, fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero por bronquitis, que derivó en doble neumonía. Aunque su salud mejora, su estado sigue siendo delicado.
El papa Francisco se encuentra estable este martes luego de su última recaída. El pontífice, de 88 años, cambió la mascarilla de oxígeno por una cánula nasal de alto flujo, una señal alentadora tras 19 días de hospitalización.
Según fuentes vaticanas, el papa «durmió toda la noche» y continuó con su tratamiento durante la mañana. Aunque su estado es estable, su cuadro clínico sigue siendo complejo y su pronóstico permanece reservado.
El papa Francisco, líder de 1, 400 millones de católicos, fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero por bronquitis, que derivó en doble neumonía. Aunque su salud mejora, su estado sigue siendo delicado