En redes se difundió el caso de un torogoz que necesitaba asistencia médico-veterinaria, ya que se encontraba mal de salud, señalaba la denuncia.
Uno de los equipos del Instituto de Bienestar Animal se dirigió hasta la Barra de Santiago, en el Departamento de Ahuachapán, para atender la denuncia. Al llegar al lugar, el equipo fue recibido por la persona que le había brindado resguardo al ave.
Al indagar más sobre el caso, se dieron cuenta de que Chambita, como fue bautizado por la persona que lo tenía resguardado, presentaba más de un mes de estar mal de salud. Detectaron que el ave tenía una fractura en una de sus miembros, lo que le imposibilitaba poder movilizarse con normalidad.
Veterinarios del IBA evaluaron a Chambita y determinaron que presentaba una fractura expuesta en su miembro izquierdo, así como pérdida de plumaje de su cola también tenía dolor al momento de su evaluación, por lo que se determinó llevar al ave a recibir asistencia veterinaria y operarlo.
En horas de la mañana del miércoles 17 de julio, Chambita entró a cirugía. El proceso se realizó bajo anestesia general (inhalada) y un buen manejo del dolor antes, durante y posterior a la cirugía, fue una intervención rápida para evitar que el ejemplar se descompensara.
Los especialistas valoraron que por la gravedad de la lesión y por el tiempo que había pasado sin recibir asistencia veterinaria, no había más alternativa que la “amputación total del miembro afectado, debido a que presentaba fractura expuesta por traumatismo, con presencia de necrosis”.
El ave se encuentra recibiendo los cuidados post operatorios, será sometida a terapias de rehabilitación. Es importante mencionar que muchas aves tienen una vida normal con un solo miembro. La adaptación es rápida y no afecta su desarrollo, luego será integrado nuevamente a la vida silvestre, sostuvieron los técnicos del IBA.
Las autoridades del IBA recuerdan a la población que los torogoces son especies protegidas y en peligro de extinción y deben procurar cuidar a la fauna local.