La caída de las primeras lluvias en municipios de las altas montañas de Veracruz azotados por los incendios forestales fue celebrada por los pobladores, algunos hasta bailaron de la felicidad ya que con el agua disminuyeran ligeramente las altas temperaturas.
En algunos puntos la precipitación fue escasa, pero ayudó a reducir los incendios forestales que persisten y que ya han consumido casi 9 mil hectáreas de terrenos.
Muchos aprovecharon para llenar sus cubetas con esa agua, pues llevan semanas sufriendo la falta del líquido.