Seis mujeres decidieron presentarse como testigos en el juicio por violación de Harvey Weinstein para ofrecer descripciones escalofriantes de cómo el magnate del cine las había agredido sexualmente en los últimos 30 años.
Dos de ellas expusieron los testimonios principales, ya que sus acusaciones influían directamente en los cargos centrales que tuvo que enfrentar la defensa de Weinstein: dos de violación, uno de sexo oral forzado y dos de agresión sexual depredadora. En cambio, la acusación de una tercera mujer, la actriz Annabella Sciorra, respaldó el cargo de asalto sexual depredador. Weinstein, de 67 años, por su parte, negó todas las acusaciones.
En tanto, a otras tres mujeres se les permitió presentarse para dar testimonio sobre «malos actos previos» para demostrar que Weinstein tenía un patrón de acción para cometer los delitos.
Aunque las seis mujeres representan solo una pequeña porción de las más de 100 que hicieron denuncias públicas contra Weinstein, los fiscales del caso se concentraron en ellas para que sus historias proporcionan pruebas concretas del comportamiento abusivo del ex productor.
Annabella Sciorra
La actriz Annabella Sciorra describió vívidamente como Weinstein presuntamente la violó en su departamento de Nueva York en algún momento del invierno de 1993 o 1994. Sciorra, de 59 años, recordó haberse reunido con Weinstein en una fiesta privada en Los Ángeles, donde le dijo que lo contactara si se encontraba con guiones de películas interesantes. Más tarde, después de una cena con el ex productor y otros, incluida la actriz Uma Thurman, Sciorra aceptó un viaje de Weinstein. Después de que él la dejara en su departamento del barrio de Gramercy Park de Manhattan, ella se preparó para acostarse y se puso un camisón que supuestamente era una reliquia familiar de Italia. De repente, llamaron a su puerta. Era Weinstein. Dijo que el ex productor la agarró y la llevó a la habitación y la empujó sobre la cama. «Lo empecé a golpear, a patear, intentaba alejarlo de mí. Me tomó las manos y me las puso sobre la cabeza», relató ante el jurado, sosteniendo sus brazos sobre su cabeza en señal de demostración. «Me violó. Estaba tratando de pelear pero no pude porque tenía las manos atrapadas». En los años posteriores a la presunta violación, Sciorra dijo que se deprimió y que a menudo recurrió a heridas cortantes y el abuso de alcohol.
Sciorra es la única de las seis testigos que podría considerarse una celebridad, con papeles en la exitosa serie de televisión Sopranos y varias películas, incluyendo La mano que mece la cuna y Fiebre de amor y locura.
La amiga de Sciorra, la actriz Rosie Pérez, testificó que la actríz la llamó y le dijo que había sido violada cuando supuestamente tuvo lugar aquel episodio. Unos meses más tarde, Pérez se enteró de que había sido Weinstein quien presuntamente había agredido a Sciorra.
Miriam Haley
Miriam Haley, uno de los dos testigos principales del caso, relató que Weinstein le practicó sexo oral a la fuerza en su departamento en 2006. Haley, de 42 años, relató ante el tribunal que Weinstein la empujó adentro de una habitación y la retuvo en la cama. «Cada vez que intentaba levantarme de la cama, él me empujaba hacia atrás y me agarraba», dijo, llorando mientras describía el incidente. «En este punto me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Estoy siendo violada». En ese momento, Haley tenía miedo de denunciar el incidente a la policía porque había trabajado como asistente de producción en Project Runway, un programa producido por Weinstein, sin haber tenido visa de trabajo en los Estados Unidos, aclaró. Ella es ciudadana británica. Haley había sido presentada a Weinstein en 2004 por el director británico Michael White, para quien trabajaba como asistente. Unos meses después del incidente, Haley acordó encontrarse con Weinstein en un hotel de Nueva York. «Era persistente e insistente, y me convenció para que volviera a verlo», dijo. En la habitación del hotel, Haley no resistió el intento del ex productor de tener relaciones sexuales y simplemente «se quedó ahí», expresó. «Me sentí insensible. Me sentí como una idiota insensible», dijo.
Dawn Dunning
Dawn Dunning, de 40 años, testigo, dijo que acordó reunirse con Weinstein en 2004 en un hotel en Manhattan para lo que, según pensaba, sería un encuentro de negocios. Weinstein apareció en la puerta de su habitación vestido con una túnica blanca sin nada debajo. Sobre la mesa de café había tres juegos de documentos. «Acá hay contratos para mis próximas tres películas. Los firmaré hoy si tenés un trío conmigo y mi asistente», recordó Dunning que le dijo el ex productor. Ella se rió pensando que era una broma y se dio vuelta para irse, cuando Weinstein se enojó y le gritó: «Nunca serás parte de este negocio». Dunning conoció a Weinstein cuando era camarera en un club nocturno. Le había prometido que podía ayudarla a entrar en la industria del cine.
Tarale Wulff
La modelo Tarale Wulff, de 43 años, la segunda testigo sobre «malos actos anteriores» del productor, le dijo al jurado que conoció a Weinstein cuando trabajaba como camarera en 2005. Weinstein era amigo del dueño del restaurante Cipriani y tenía una mesa especial. Cuando Wulff le llevó al ex productor su bebida, le preguntó qué hacía y ella dijo que era actriz. «Dijo que tenía una gran apariencia y que debería hablar con su gente», recordó. Más tarde esa misma noche, Wulff estaba de pie en el bar cuando Weinstein la agarró por los brazos. La acompañó a través de un pasillo donde la gente solía tener conversaciones privadas. La condujo escaleras arriba. Y una vez allí, con ella parada frente a él, comenzó a masturbarse. «Me congelé por un segundo, luego tiré el repasador y me escapé corriendo», dijo. Pero más tarde, un empleado de Weinstein la contactó para pedirle que leyera un guion en las oficinas de la Compañía Weinstein. Cuando llegó a la oficina, le dijeron: «Harvey quiere verte» y la llevaron a un automóvil. Ella pensó que iban a una cafetería, pero en cambio, la condujeron al departamento de Weinstein.
Allí, escuchó la voz del ex productor que provenía de una habitación. Cuando ella entró, él la tomó de los brazos y la puso sobre la cama. Cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, dijo: «No puedo». Weinstein respondió: «No te preocupes, tengo una vasectomía». Wulff dijo que se congeló y se sintió entumecida.
Segundo testigo clave
El testimonio de la segunda testigo clave en el caso abarcó tres días que culminaron luego de más de 12 horas de testimonio. La testigo a menudo estaba tan conmocionada que el juez tenía que terminar las sesiones antes. No fue mencionada con nombre y apellido, porque indicó públicamente que no se sentía cómoda con ser identificada. Durante su testimonio, relató una relación compleja con el productor que duró hasta 2016. Dijo que a veces todo fue consensuado, aunque Weinstein era emocionalmente un manipulador: «Jekyll y Hyde». También contó que en tres oportunidades Weinstein hizo llamadas frente a ella a Bill Clinton sobre la campaña de Hillary Clinton. Expresó: «Fue intimidante para mí porque estaba recaudando tanto dinero… era una persona tan poderosa que podía llamarlos desde su teléfono». Eso la había desanimado para informar a la policía de las violaciones.
Lauren Young
La tercer testigo, Lauren Young, de 30 años, dijo que Weinstein la tocó en el baño de un hotel de Los Ángeles en 2013. Una conocida la invitó a un hotel y ella fue con la esperanza de mostrarle a Weinstein un guion que estaba escribiendo sobre su vida. El productor de cine apareció en el vestíbulo y, después de conversar la condujo a su habitación de hotel. De repente, su conocida, la que la había llevado, cerró la puerta y la dejó sola con Weinstein. Young dijo que el productor abrió la ducha y comenzó a desvestirse. Luego la empujó contra la pileta del baño y le desabrochó el vestido de encaje blanco y comenzó a tocar su pecho mientras se masturbaba. «Le dije no, no, no, todo el tiempo; que tenía novio; que no estaba interesada», relató. «Esto es lo que hacen todas las actrices para lograrlo», recordó que le respondió Weinstein.