En Japón, la policía arrestó a Keiko Mori, de 75 años, quien confesó haber conservado el cadáver de su hija en un congelador durante dos décadas.
Según un portavoz policial bajo anonimato, el martes 23 de septiembre, los investigadores encontraron el cuerpo de una mujer adulta en un refrigerador en la casa de Mori, en la prefectura de Ibaraki, al noreste de Tokio.
La confesión de la mujer de la tercera edad a las autoridades fue el pasado martes y se conoce que fue acompañada de un familiar.
Además, de este caso se conoció también que la mujer vivía sola, ya que su esposo habría fallecido a principios de este mes.


