Desde 1999, cada 21 de octubre en el país se celebra el Día del Torogoz, que es reconocido como el ave nacional a través del Acuerdo Legislativo 735. Esta celebración subraya la relevancia cultural y ecológica de esta especie en el contexto salvadoreño.
El torogoz, simboliza la unión de los hogares salvadoreños, aunque esta especie fue finalmente elegido como ave nacional, otras aves también fueron consideradas en este proceso, como la chiltota, la chara centroamericana, el dichosofuí, la tortolita rojiza y la urraca.
Como dato curioso, el torogoz es también el ave nacional de Nicaragua, aunque en este país se le denomina guardabarranco.
Algo característico de esta ave es su tamaño mediano (entre 25 y 30 centímetros de longitud) y su plumaje distintivo, que incluye un antifaz azul, ojos negros, vientre naranja y una larga cola en forma de raqueta.
El torogoz puede ser observado en diversas áreas de El Salvador, tanto en zonas urbanas como en entornos naturales, aunque prefiere hábitats más conservados.