Un mecánico se ha aprovechado de la confianza de sus clientes y a utilizado los automóviles de ellos para irse de rumba.
El mecánico cada vez que agarra un trabajito, antes de repararlos se los lleva como que fuera su dueño y se lo lleva para ir a disfrutar un par de cervezas.
Reyes tiene la costumbre que el día que entregará el automóvil apaga su celular y no responde a su víctima, produciendo que el cliente se preocupe por su vehículo.
También, el supuesto profesional se gasta el combustible de sus cliente y no responde con reponer la gasolina consumida
Además utiliza de «excusa» que visita a otros mecánicos para reparar el vehículo cuando no puede repararlo con el objetivo de «rascar» más dinero.
Hay clientes que dijeron que de seguir esta situación podrían tomar la decisión de llevar el caso a instancias judiciales.