Este miércoles, 11 de septiembre, se cumplen 23 años del atentado que sufrió Estados Unidos, catalogado como el peor en la historia del país.
Popularmente conocido como 9/11 (por el día y mes del año), de acuerdo con la versión oficial, cuatro aviones -dos de United Airlines y dos de American Airlines- fueron secuestrados por un total de 19 terroristas pertenecientes a Al Qaeda.
Dos de los cuatro vuelos se impactaron en las Torres Gemelas del World Trade Center, mientras que el tercero impactó en el Pentágono y el cuarto lo hizo en un campo de Pennsylvania, pero se cree este estaba destinado a estrellarse en el Capitolio, pero la tripulación lo evitó.
En total, 2,977 personas perdieron la vida en el atentado terrorista, de las cuales, el 92 %, corresponden a víctimas de la ciudad de Nueva York, que fue la zona más afectada. Además de los decesos, alrededor de 6,000 personas más resultaron heridas, mientras que millones de ciudadanos terminaron con traumas psicológicos.
Uno de los cambios más importantes tras el 9/11 fue que Estados Unidos pasó a fijar su mira no en un país concreto, sino en varios ya que, según sus investigaciones, Al-Qaeda se dividía en diversas facciones y sus tentáculos llegaban a muchas naciones, con terroristas asentados en diferentes partes del planeta.