CIUDAD DE MÉXICO, marzo 10 (EL UNIVERSAL).- Los escándalos no paran en el palacio de Buckingham mientras la reina Isabel II trata de apagar el fuego de todos los rumores que han salpicado a su familia. Luego de que Meghan Markle llegó a Reino Unido para unirse a su esposo, el príncipe Harry, y cumplir los últimos compromisos como parte de la familia real; el hijo menor de la monarca, Andrés de York, podría ser extraditado a Estados Unidos tras su negativa de cooperación en las investigaciones de los presuntos abusos por parte del pederasta Jefrey Epstein, amigo del príncipe.
De acuerdo con «Vanitatis», Andrés, papá de las princesas Eugenia y Beatriz de York, ha cerrado las puertas de su cooperativa luego de que aseguró en una entrevista de televisión, estar dispuesto a colaborar con las investigaciones sobre la presunta cadena de abusos sexuales y tráfico de menores encabezada por el empresario Jeffrey Epstein, quien al parecer se suicidó en una celda de Nueva York.
La cercana amistad entre el hijo de la reina Isabel II y Epstein trajo varios dolores de cabeza a la monarquía de Reino Unido, y una de las razones es que Andrés de York fue directamente acusado por una joven de nombre Virginia, quien asegura que el príncipe abusó de ella.
«El príncipe Andrés ahora ha cerrado por completo la puerta a la cooperación voluntaria y nuestra oficina está considerando sus opciones», dijo Geoffrey Berman, fiscal estadounidense. Entre esas opciones está que un juez emita una orden que lo obligue a comparecer ante la justicia, y la otra, extraditar al duque de York como testigo material