Foto Referencia
Ante la sugerencia del el Ejército este domingo, y su posterior salida del país Evo Morales se convirtió en un foco de atención mundial desde este lunes.
Las distintas instituciones locales deben decidir quién ejercerá el poder hasta que se celebren nuevas elecciones, los gobiernos de América Latina han reaccionando según su propia interpretación de una crisis política y social que ya lleva tres semanas de duración.
Las elecciones presidenciales del 20 de octubre, dejaron un complicado escenario que provocó protestas tanto de oficialistas como de opositores. Debido a la interrupción del conteo preliminar repentina y de una duración de aproximadamente 24 horas. Morales denunció un golpe de Estado perpetrado por sectores de la oposición, la policía y grupos cívicos.
La oposición asegura que desde la polémica candidatura a la reelección de Morales —rechazada en un referendo pero permitida por el Tribunal Electoral—, el gobierno estaba cometiendo irregularidades en los procesos electorales del país.
La interrupción del conteo el día 20, cuando los resultados vaticinaban una segunda vuelta, terminó de materializar lo que llamaron un «fraude”.