Hong Kong vuelve a alzar la voz ante China. Cientos de hongkoneses protagonizaron este domingo una nueva manifestación contra la Ley de Seguridad Nacional presentada en Pekín, que muchos temen pueda significar el fin de las libertades de la antigua colonia británica.
Una vez más, dichas movilizaciones acabaron desembocando en enfrentamientos con la policía, que hizo uso de gases lacrimógeno para dispersar a los manifestantes de esta protesta considerada «ilegal». Las autoridades ya han comunicado que procederán a hacer «todas as detenciones que correspondan».
La jefa del ejecutivo, Carrie Lam, prometía este viernes plena colaboración con el Gobierno chino y sus deseos, que no son otros que prohibir «la traición, la sedición y la subversión» en el territorio autónomo, de acuerdo con el texto presentado en el parlamento. Se espera que este sea aprobado el próximo 28 de mayo.
Las protestas ciudadanas en Hong Kong habían cesado durante los últimos meses tras la victoria de los partidos prodemocráticos en las elecciones municipales y el confinamirnto derivado de la crisis del coronavirus, pero el nuevo movimiento de Pekín reactiva una vez más unas protestas que hace ahora un año sorprendieron tanto al Gobierno central chino como al mundo entero. Desde entonces, más de 8000