Australia se convirtió este miércoles en el primer país del mundo en prohibir el uso de redes sociales a menores de 16 años, una medida que dejó sin acceso a plataformas como TikTok e Instagram a cientos de miles de adolescentes.
Con esta nueva normativa, las grandes empresas tecnológicas deberán eliminar de sus aplicaciones cualquier cuenta perteneciente a usuarios australianos menores de esa edad. De no hacerlo, podrían enfrentarse a multas que alcanzan los 49.5 millones de dólares australianos (unos 33 millones de dólares estadounidenses).
Con esta decisión, Australia se posiciona como uno de los países que actúan con mayor firmeza frente al poder de las grandes corporaciones tecnológicas.
El Gobierno argumenta que esta medida excepcional es necesaria para proteger a los menores de los “algoritmos depredadores” que, según afirma, exponen a los usuarios jóvenes a contenidos de acoso, sexualidad y violencia.


