El 2 de mayo de 2009, el FC Barcelona protagonizó una de las victorias más memorables en la historia de los Clásicos al derrotar al Real Madrid 6-2 en el Santiago Bernabéu.
Con goles de Henry (2), Messi (2), Puyol y Piqué, el Barça dio una lección de fútbol y humilló al eterno rival en su propia casa. Un partidazo que dejó claro quién dominaba el fútbol español… y el europeo.
El partido comenzó con un gol temprano del Real Madrid, obra de Gonzalo Higuaín, quien aprovechó un centro desde la derecha para adelantar a los merengues.
El Barcelona respondió rápidamente. Thierry Henry empató el marcador tras una asistencia de Lionel Messi, y poco después, Carles Puyol puso al Barça por delante con un cabezazo tras un tiro libre ejecutado por Xavi. Messi amplió la ventaja con un gol tras un error de Lass, y el primer tiempo concluyó con un 3-1 a favor del conjunto catalán.
En su intento de remontar el marcador, el Real Madrid logró acercarse con un gol de Sergio Ramos, pero el Barcelona no permitió que la esperanza madridista creciera y Henry volvió a marcar, Messi selló su doblete con una jugada individual brillante. Finalmente, Gerard Piqué cerró la cuenta con un gol que celebró levantando su camiseta en homenaje a Luis Enrique. El árbitro Undiano Mallenco pitó el final dejando al Real Madrid sin tiempo para una posible reacción.
Bajo la dirección de Pep Guardiola, el equipo culé desplegó un fútbol de alto nivel que dejó una huella imborrable en la afición blaugrana.


